Jack
y las arvejas mágicas
Hace muchos años, había un
chico muy alegre que se llamaba Jack.
El vivía con su madre en una
cabaña en el bosque. Eran muy pobres y solo tenían una vaca. Pero a pesar de
todo, Jack no perdía su buen humor y pensaba que igual podían mejorar y salir
adelante. Asi que cuando las cosas empeoraron, la madre le dijo a Jack:
-
Ve al pueblo y trata de vender en la feria a
la vaca.
Jack
ato con una cuerda al animal y se puso en camino.
Antes
de llegar a la feria, se encontró con un hombre que llevaba una bolsita con
arvejas.
-
Son maravillosas, le explico el hombre. Si te
gustan, te las doy a cambio de la vaca.
Jack
no dudo un solo minuto y le dio al hombre la vaca y el hombre le dio la bolsita
de arvejas.
Cuando
la madre de Jack supo el negocio que hizo Jack se enojo muchísimo.
¡Hiciste
una tontería Jack! – le gritaba.
Tanto
era el enojo de la madre que tiro las arvejas fuera de la casa y se echo a
llorar. También Jack se puso a llorar, porque no pensó que su negocio era tan
malo como decía la madre.
Como
las arvejas eran mágicas, resulto que crecieron durante toda la noche. Crecieron
tan altas que las ramas se perdían de vista en el cielo. Así que Jack se subió
y empezó a trepar. Trepo y trepo y llego a un país desconocido.
Entro
a un castillo y vio a un ogro que tenía una gallina que ponía huevos de oro.
El
ogro le ordenaba:
-
Gallina, pon un huevo.
Entonces
la gallina ponía un huevo de oro.
Jack
se escondió, adentro de un ropero y espero a que el ogro se durmiera esa noche.
Cuando el ogro ya roncaba, Jack robo la gallina y se la llevo.
Despacito,cuidando no hacer ruidos, se descolgó por las ramas de la planta
mágica y volvió a su casa. Le dio la gallina a su madre, que se puso muy
contenta. Ambos fueron vendiendo los huevos de oro,y vivieron tranquilos mucho
tiempo, hasta que la gallina se murió.
Entonces
Jack tuvo que trepar por la planta otra vez , a ver qué cosa podía robarle al
ogro ahora.
Esta
vez, cuando llego arriba, vio que el ogro estaba contando un montoncito de
pepitas de oro. Las sacaba primero de una bolsa de cuero, a la que le ordenaba:
-
Bolsa, dame pepitas de oro.
En cuanto
el ogro se durmió, Jack tomo la bolsa y salió corriendo.
Finalmente
Jack y su madre se hicieron muy ricos.
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