jueves, 22 de octubre de 2015

Cuento - Jack y las Arvejas Magicas

Jack y las arvejas mágicas
Hace muchos años, había un chico muy alegre que se llamaba Jack.
El vivía con su madre en una cabaña en el bosque. Eran muy pobres y solo tenían una vaca. Pero a pesar de todo, Jack no perdía su buen humor y pensaba que igual podían mejorar y salir adelante. Asi que cuando las cosas empeoraron, la madre le dijo a Jack:
-          Ve al pueblo y trata de vender en la feria a la vaca.
Jack ato con una cuerda al animal y se puso en camino.
Antes de llegar a la feria, se encontró con un hombre que llevaba una bolsita con arvejas.
-          Son maravillosas, le explico el hombre. Si te gustan, te las doy a cambio de la vaca.
Jack no dudo un solo minuto y le dio al hombre la vaca y el hombre le dio la bolsita de arvejas.
Cuando la madre de Jack supo el negocio que hizo Jack se enojo muchísimo.
¡Hiciste una tontería Jack! – le gritaba.
Tanto era el enojo de la madre que tiro las arvejas fuera de la casa y se echo a llorar. También Jack se puso a llorar, porque no pensó que su negocio era tan malo como decía la madre.
Como las arvejas eran mágicas, resulto que crecieron durante toda la noche. Crecieron tan altas que las ramas se perdían de vista en el cielo. Así que Jack se subió y empezó a trepar. Trepo y trepo y llego a un país desconocido.
Entro a un castillo y vio a un ogro que tenía una gallina que ponía huevos de oro.
El ogro le ordenaba:
-          Gallina, pon un huevo.
Entonces la gallina ponía un huevo de oro.
Jack se escondió, adentro de un ropero y espero a que el ogro se durmiera esa noche. Cuando el ogro ya roncaba, Jack robo la gallina y se la llevo. Despacito,cuidando no hacer ruidos, se descolgó por las ramas de la planta mágica y volvió a su casa. Le dio la gallina a su madre, que se puso muy contenta. Ambos fueron vendiendo los huevos de oro,y vivieron tranquilos mucho tiempo, hasta que la gallina se murió.
Entonces Jack tuvo que trepar por la planta otra vez , a ver qué cosa podía robarle al ogro ahora.
Esta vez, cuando llego arriba, vio que el ogro estaba contando un montoncito de pepitas de oro. Las sacaba primero de una bolsa de cuero, a la que le ordenaba:
-          Bolsa, dame pepitas de oro.
En cuanto el ogro se durmió, Jack tomo la bolsa y salió corriendo.

Finalmente Jack y su madre se hicieron muy ricos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario